BUENOS AIRES.- Omar Narváez dio el golpe menos pensado. El campeón humilde, de perfil siempre bajo, abandonó la diplomacia y le pegó duro a Sergio "Maravilla" Martínez.
“Mis peleas son victorias verdaderas y nunca tuvieron que ayudarme”, espetó Narváez, enojado por el efecto mediático que provocó la ajustada defensa del título mediano del Consejo Mundial de Boxeo que hizo Martínez contra el inglés Martin Murray en Vélez. Según destaca Clarin.com, Narváez enfatizó que es feliz porque “no suelo hacer gran publicidad, como otros”. Y dijo: “con 10 días me alcanza para llenar un Luna Park con 10.000 o 12.000 personas”.
“La gente se va contenta porque mis peleas son victorias verdaderas y nunca tuvieron que ayudarme con los puntos ni darme una victoria cuando no lo fue”, disparó. No se privó de profundizar sobre la decisión de la pelea de Martínez. “Fue un fallo muy cerrado; si era en otro lugar, Maravilla no ganaba. Es un colega, lo aprecio, me encanta su éxito pero da bronca cuando se lo pone en el primer lugar por lo que factura”, expresó Narváez.
Además, comparó su carrera con la del quilmeño: “yo soy campeón desde hace 11 años y la peleé desde un lugar más abajo; no fue tan así lo que él vendió”. Narváez es campeón mundial de dos categorías distintas (lo era de los moscas y lo es de los supermoscas) desde septiembre de 2002 cuando venció al nicaragüense Adonis Rivas en el Luna Park. Quien fue compañero del propio Martínez en la Selección argentina apuntó además que “yo lo conozco desde los 20 años cuando apareció en el Cenard y nunca pareció un pibe que venía de una clase media baja sino pareció un pibe bien”. LA GACETA